Cuando un prestigioso Tintinófilo como Juan D´ors te invita a visitar su museo de Tintín, uno no se puede negar, a pesar del peligro que suponía perder el tren de vuelta para Cádiz, porque seguramente el tren no me esperaría, como no lo hizo con Tintín y Haddock en el Asunto Tornasol.
Juan nos enseñó, en primer lugar, uno de su tesoro más preciado, como es la correspondencia que mantuvo con Hergé durante muchos años, forjando una gran amistad entre ambos, como se aprecia en las distintas cartas que pudimos leer. Documentación inédita de un valor económico y , sobre todo, sentimental incalculable.
Ya en la sala del museo propiamente dicho, la primera impresión que me da es que transmite muchos sentimientos , una historia de toda una vida de amor y cariño por un personaje y su autor. Nada que ver con la frialdad comercial del Museo de Hergé. Dedicatorias, calendarios exclusivos , múltiples figuras, libros , etc,etc, etc.
Me ha encantado, es una colección que atesora muchas historias y recuerdos. Muy personal e íntima .
Muchas gracias Juan, por permitirme entrar en tu "tintimidad". 24.02.2019
